EL SEGUNDO – Un regalo del cielo.
Palabras más o palabras menos, así describió el gerente general de los Lakers Rob Pelinka al escolta Kentavious Caldwell-Pope el día de su presentación en el antiguo Toyota Sports Center de la ciudad de El Segundo.
En aquella oportunidad, con el plantel campeón de la Liga de Verano arribando en colectivo desde Las Vegas algunos minutos antes, el ejecutivo de los laguneros no ahorró elogios hacia el ex miembro de los Detroit Pistons.
El matrimonio era ideal. Las partidas de D’Angelo Russell y Nick Young dejaban al plantel de Luke Walton sin un escolta natural y un tanto huérfanos de tiro exterior, y a sus 24 años y con cuatro temporadas en su haber en la NBA, KCP prometía una combinación de eso, veteranía, juventud y aptitud defensiva.