Más allá de nombres propios, lo que Luke Walton necesitaba para el tramo final de la temporada era un tipo específico de jugador.
Alguien que pudiera defender en el perímetro sin desentonar en los cambios de marcaje. Un veterano que no necesitara demasiada adaptación al sistema. Y, sobre todo, un tirador certero que actuara como una llave para abrir el cerrojo de la creatividad de LeBron James, Brandon Ingram, y compañía.
Tras tres partidos, Reggie Bullock ya demuestra ser un acierto.
El de Kinston (Carolina del Norte) fue el héroe silencioso de la remontada del jueves ante los Rockets, siendo una presencia estable a lo largo de sus 30 minutos en cancha.