LOS ÁNGELES – No todas las derrotas son iguales.
El miércoles ante los Nuggets, los Lakers llegaron a perder por 23 puntos en el tercer cuarto, y no encontraban soluciones en ninguno de los dos lados de la cancha.
Ni siquiera LeBron James, quien había superado a Michael Jordan para convertirse en el cuarto máximo anotador de la historia de la NBA, lograba hacer suficiente para torcer la historia.
Sin embargo, el trámite empezó a cambiar una vez que, tras probar varias alineaciones, Luke Walton acertó con el trío menos esperado. Alex Caruso, Moe Wagner, y Johnathan Williams – dos jugadores en contratos duales y un novato que tenía solo un puñado de minutos en la temporada – le cambiaron la cara al equipo e impulsaron una remontada furiosa que amenazó el resultado final.