La racha perdedora en Indianapolis tenía que terminar eventualmente. Que se dió en un partido en el cual los Texans jugaban por su vida para un boleto para la post temporada y que lo tuvieron que jugar con su cuarto mariscal de campo de la temporada fue oportuno e improbable a la vez. Ahora con el primer triunfo sobre los Colts en la casa de los Colts en el bolsillo, la franquicia de los Texans y su afición puede prestar su atención a metas más grandes e importantes.
Primero, como se puede seguir adelante en la posición de QB con lo que es el golpe de haber perdido a TJ Yates por el resto de la temporada.