Con encuentros pendientes ante equipos de alto calibre como los Ravens, Chiefs y Falcons, Denver tiene un calendario desafiante, pero los próximos juegos contra equipos menos consistentes (como los Raiders) representan oportunidades claras para seguir sumando victorias. La clave estará en que el equipo mantenga la agresividad en defensa y logre un equilibrio ofensivo, apoyado en las habilidades de Nix y un juego terrestre que ha mostrado mayor consistencia.
Los Ravens han demostrado ser difíciles de vencer en casa, y con la reciente incorporación de Diontae Johnson a su cuerpo de receptores, Lamar Jackson tiene aún más herramientas para presionar a la defensa de Denver.