A lo largo de su carrera en la NBA, Parsons ha tenido que armarse de paciencia en varias ocasiones. De hecho, ha debido hacerlo desde el mismo momento en el que comenzó su trayectoria en la liga, en el Draft de 2011. En aquella cita el alero tuvo que esperar y esperar hasta que escuchó su nombre entrada ya la segunda ronda, en el puesto 38, muy por debajo de la primera ronda en la que esperaba ser elegido.
Ya en los Houston Rockets, Parsons trabajó dura y pacientemente para convertirse en un jugador de los que marcan diferencias.