En 1988, el actual entrenador de los Angels Mike Scioscia, tuvo el mejor sitio para presenciar uno de los mejores desempeños de un lanzador histórico de las Ligas Mayores.
Sin embargo, en la actualidad una de las rachas más sobresalientes de un pitcher está en riesgo.
El lanzador de los Dodgers, Zack Greinke, extendió el domingo a 43 entradas y dos tercios su racha sin permitir carreras y despachó a 11 bateadores en la victoria de su equipo sobre Washington.
Ningún lanzador ha estado tan cerca de romper la racha de 59 entradas lanzadas sin permitir una carrera en 27 años desde que lo hizo el exjugador de los Dodgers Orel Hershiser.